jueves, 26 de mayo de 2011

Historia de las Epidemias en el Mundo (parte 2)

Por Cabrera Gaytán David Alejandro y Kruse Madrid Flor de Ma.
Médicos Residentes de 2° año de Epidemiología.

Fiebre amarilla
Galeno describió los síntomas; la peste del siglo III o de Cipriano, oriunda de Egipto, se expandió con rapidez a Grecia e Italia, devastando el Imperio Romano descrita por San Cipriano, obispo de Cartago, los afectados perdían la audición y otros la vista. En Roma y en ciertas ciudades de Grecia, morían cerca de 5 000 personas por día. Se llegó a pensar que fuera ergotismo, enfermedad que se contrae al comer el hongo del pan negro Claviceps, pero hay poca evidencia de que se consumiera centeno en abundancia.
La primera epidemia de fiebre amarilla sufrida por los europeos no tuvo lugar en Europa sino en América, más concretamente en la Española (hoy Santo Domingo), en el año 1494, propagándose la enfermedad hasta la propia población indígena y continuando su acción mortífera hasta el año 1496.
En 1878 se firmó un contrato entre Nueva Granda y Lucién Napoleón Bonaparte para la construcción de un canal en Panamá; luego este contrato fue traspasado a la compañía Universal y se iniciaron las obras en 1882. Cinco años más tarde la empresa se declaró en quiebra por la pérdida de trabajadores por la fiebre amarilla. Hasta 1903, E.U. emprendió la construcción nuevamente. Infecciones de transmisión sexual Hipócrates (del 460 al 355 a.C.) hace una de las primeras descripciones científicas de la infección gonocóccica. Galeno fue el que acuñó el término gonorrea.
Los primeros informes acerca de la sífilis se remontan al Renacimiento. En 1530,
Girolamo Fracastoro dio el terminó “Syphilus”. Como primera fruta del nuevo
mundo se extendió como la pólvora por Europa a fines del siglo XV. Desde principios del siglo XVI se convirtió en un azote para la Humanidad.
En abril de 1981, y gracias al sistema de control rutinario de solicitud de fármacos
antimicrobianos no habituales (en este caso, la pentamidina), los miembros del
los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los E.U.
observaron un aumento en la demanda no habitual del producto durante los últimos 3 meses. Este se destinaba a tratar a varones jóvenes, sin ninguna enfermedad preexistente, afectados por Pneumocystis carinii, residentes de Nueva York y California.
Posteriormente se hizo una asociación entre estos 5 individuos por su estilo
de vida sexual. Para enero de 1982, se publicaron 159 casos de infecciones oportunistas y/o sarcoma de Kaposi con una letalidad de 38%.
Tuberculosis
La tuberculosis, conocida también como "peste blanca" es una de las enfermedades que mayor número de muertes ha ocasionado en toda la historia de la humanidad, habiéndose encontrado lesiones de posible etiología tuberculosa en huesos de momias egipcias que datan de 3700 años a.C. y continúa causando estragos, a pesar de encontrarnos en el siglo XXI.
Síndrome Agudo Respiratorio Severo.
A mediados del mes de marzo de 2003 la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzaba una alerta mundial advirtiendo sobre un contagioso tipo de neumonía detectado en Asia. (SARS) Neumonía Asiática. Ocasionando gran impacto en la población, en gran parte por los medios masivos de comunicación. El total de casos presentados fueron 8 422 con 916 defunciones.

Influenza.
La epidemia más reciente a escala mundial fue el brote de influenza que asoló la tierra entre 1918 y 1919. Los primeros casos se detectaron en los E.U. Dos meses
más tarde, contagios masivos se presentaron en España, Francia e Inglaterra.
Esta pandemia de 1918 fue la más severa; se estiman 40 millones de muertos
en todo el mundo, los adultos de 20 a 50 años registraron las tasas más altas de morbilidad y mortalidad. Mientras las pandemias de los años de 1957 y 1968 afectaron a todos los grupos de edad, con mayor repercusión en la población de más de 65 años y en personas con padecimientos crónico degenerativos ocasionando alrededor de un millón de defunciones. La pandemia de 1968 denominada como Influenza de Hong Kong, ocasionada por el serotipo H3N2. Las
defunciones ocasionadas fueron aproximadamente un millón de personas.
Actualmente, el continente asiático y africano presentan casos de influenza aviar H5N1, hasta el 26 de julio de 2006 se han presentado 232 casos y 134
defunciones en 10 países con una tasa de letalidad de 57.7%
Ahora, el mundo sufre el proceso de la transición epidemiológica donde las causas de mortalidad dominadas por enfermedades infecciosas y alta mortalidad en las edades más jóvenes, son reemplazadas por enfermedades degenerativas y/o crónicas abriendo un nuevo problema en la salud pública.

Historia de las Epidemias en el Mundo (parte 1)

Por Cabrera Gaytán David Alejandro y Kruse Madrid Flor de Ma.
Médicos Residentes de 2° año de Epidemiología. DGE/SSA.

La epidemiología es la rama de la salud pública que tiene como propósito describir
y explicar la dinámica de la salud poblacional, identificar los elementos que la componen y comprender las fuerzas que la gobiernan, a fin de tomar decisiones y realizar intervenciones. Es necesario entender cómo la enfermedad ha influido en la historia y las contribuciones principales que se han hecho a la disciplina. Aunque los actuales esfuerzos están dirigidos a estudiar las enfermedades crónicas para que poblaciones afectadas vivan más tiempo, las enfermedades infecciosas requieren aún vigilancia, ya que los organismos se vuelven resistentes a los antibióticos, existiendo el peligro de que algún día, estemos sin protección a cepas fatales.
El estudio de las enfermedades como fenómenos poblacionales es casi tan antiguo como la escritura, y las primeras descripciones de padecimientos que afectan a poblaciones enteras se refieren a enfermedades de naturaleza infecciosa. El papiro de Ebers, es probablemente el texto en el que se hace la más antigua referencia a un padecimiento colectivo, también hay registros en los libros sagrados, como la Biblia, el Talmud y el Corán, que adicionalmente contienen las
primeras normas para prevenir las enfermedades contagiosas.
Una de las epidemias más devastadoras de la antigüedad fue la peste de Atenas que se propagó en el año 428 a.C. narrada por Tucídides en su obra "La guerra del Peloponeso". Afirma el historiador que la peste procedía de Etiopía. Murieron 8000 personas. Se mencionan además: la Peste de Siracusa, ocurrida en el año 396 A.C, cuando el ejército cartaginés sitió Siracusa, en Italia, la Peste de Antonio del Siglo II d.C, cuando gobernaba Roma el emperador Marco Aurelio, la cual ocasionó gran devastación en la capital del imperio, extendiéndose a toda Italia y a Galia (Francia).
La Peste Justiniana, que se inicia en el Imperio Bizantino en la época del emperador Justiniano, extendiéndose al Imperio Romano en el que redujo la población al 50%. Procopio la describió en su Historia de las guerras persas (542 d.C.).
Se originó al parecer en Egipto extendiéndose a Palestina. La causa especulada fue por peste.
La Peste negra, gran epidemia que desde 1346 a 1361 azotó a casi todo el continente europeo. Todo induce a pensar que la epidemia provenía de Asia. A lo largo de la historia se conocen cuatro pandemias de peste: la de Justiniano (540– 590 d.C.), la peste negra (1346 –1361), la “Gran Plaga” en la década de 1660, y una pandemia que inició en Asia en 1855.
Viruela
En la Conquista de México más de un  tercio de la población indígena sucumbió a
la viruela. El Gobernador Diego de Velásquez  comisionó a Hernán Cortés para una expedición al nuevo continente llegando a Veracruz en abril de 1519 y para noviembre del mismo año a la gran Tenochtitlán.
Al año siguiente Cortés toma prisionero a Moctezuma y se desata la Gran Matanza del Templo. Cortés fue expulsado de la ciudad el 30 de Junio de 1520 conocida como la Noche Triste. Cortés doblegó su ejército e incluyó a un esclavo africano quien padecía viruela y el episodio fue relatado por Fray Toribio de Benavente.
Así la aglomeración de tropas y gente facilitó el paso acelerado de persona a persona del agente biológico.
Para el 14 de Mayo de 1796, Edgard Jenner hizo la primera inoculación de la vi-
ruela en un niño de 8 años de edad, James  Phipps. En julio de ese año inoculó
al pequeño con el virus nuevamente y demostró la acción profiláctica de su vacuna.
El gobierno español envió provincias de ultramar organizando la Expedición filantrópica de la vacuna” (una vez hecha la primera inoculación en el mundo) en
1803 – 1806, propuesta por el Dr. Joseph Flores y dirigida por el Dr. Francisco Xavier Balmis llevando la vacuna brazo a brazo con 26 niños mexicanos a Filipinas formando así una cadena humana para salvar vidas. Balmis también creó las Juntas Centrales de Vacunación para organizar las mismas y enseñar a los médicos locales su ejecución.
Aunque también el modo y el mecanismo de transmisión de la viruela fue percibida de otra forma (ahora errónea) por los tlaxcaltecas, quienes acostumbraban bañarse en el río y muchas personas fueron contagiadas, contribuyendo así a facilitar su propagación. En ese tiempo a la viruela se le conocía con el nombre de Záhuatl (grano). También era denominada como “viruela negra” o “del Señor” cuando era viruela hemorrágica y “de la Virgen” cuando era viruela menor .
El Cólera.
El cólera asiático invadió Europa en 1830, su etiología fue determinada hasta 1854. En 1947, ocurrió una epidemia en Egipto. Desde 1961 la enfermedad se ha propagado de Indonesia; a través de casi toda Asia, Europa, África, a la Península
Ibérica y en 1973 a Italia.
El cólera ha causado siete grandes epidemias en el mundo desde 1817 y hasta la actualidad. La séptima pandemia se inició en Indonesia en 1961 y se ha diseminado a todo el mundo. En enero de 1991 se diagnosticaron los primeros casos de cólera en Perú, para después  diseminarse al resto de los países del continente americano. En México durante la séptima pandemia, se detectó el primer caso que ocurrió en la localidad de San Miguel Totolmaloya, Estado de México.
Posteriormente se presentaron casos y brotes en otras entidades federativas.
Lepra
Las descripciones más antiguas de la lepra se registran en el Sushuruta Samhita
(Siglo VI a.C.). Llegó con los europeos y africanos a América a partir del siglo XVI y XVII. Se documentó por primera vez en Hawai en 1823 y en Australia en 1908. En América la lepra penetra después de la conquista.
Escorbuto
El escorbuto, observado por primera vez por Plinio al hablar de los soldados de
Germánico en Flandes y más tarde por  Estrabón en los ejércitos de Galio en Arabia, fue una enfermedad endémica que en la Edad Media era común en los países del norte de Europa.

lunes, 16 de mayo de 2011

Incucai - CPH - La gente que espera ser trasplantado, espera tu decisión: informate

¿Qué es el Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas?
Es un organismo que funciona dentro del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), creado por la Ley 25.392, cuya actividad sustancial es la incorporación de donantes voluntarios de CPH para ser utilizadas en trasplante. Sus objetivos principales son:
  • Conformar una base de datos de donantes tipificados en su HLA, unida a la Red Internacional Bone Marrow Donors Worldwide (BMDW).
  • Organizar las búsquedas de donantes para pacientes con indicación de trasplante de CPH que lo requieran.
  • Coordinar el proceso de procuración y traslado de células para trasplante.
¿Qué son las Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH)?
Las CPH son células madres encargadas de producir:
  • glóbulos rojos, que transportan el oxígeno a los tejidos;
  • glóbulos blancos, que combaten las infecciones en el organismo y se ocupan de la vigilancia inmunológica;
  • y plaquetas, que participan del proceso de coagulación de la sangre.
¿Quién necesita un trasplante de CPH?
Cada año a cientos de personas se les diagnostican enfermedades hematológicas como leucemia, anemia aplástica, linfoma, mieloma, errores metabólicos o déficit inmunológicos.

Estas enfermedades pueden ser tratadas con un trasplante de CPH, conocido popularmente como trasplante de médula ósea.

Para efectuar el trasplante de CPH, en una primera etapa, al paciente se le destruyen las células enfermas mediante tratamientos que combinan quimioterapia y/o radioterapia.
A continuación, se infunden al paciente las células extraídas del donante.

Finalmente, éstas reemplazarán a las células madres enfermas y comenzarán a producir células sanguíneas propias en un plazo relativamente corto.
¿Por qué se necesitan donantes no emparentados?
Dentro del grupo familiar, los hermanos son los mejores donantes para un paciente que necesita un trasplante de CPH, debido a las características hereditarias del sistema mayor de histocompatibilidad humano (HLA).
Sin embargo, sólo entre un 25% y un 30% de los pacientes tiene la posibilidad de encontrar un donante familiar compatible, con lo que el resto queda sin acceso a esta práctica terapéutica.
Justamente, para que sea viable la ejecución de un trasplante no emparentado, se recurre a los registros internacionales de donantes voluntarios. Estos registros internacionales constituyen la Red BMDW, que agrupa a 54 registros de 40 países con más de 12 millones de donantes efectivos.
¿Cuál es la ubicación de las CPH?
Las CPH se encuentran en la médula ósea humana que es un tejido esponjoso ubicado en la parte central de los huesos, donde se fabrican las células sanguíneas.
No debe confundirse con la médula espinal, un cordón nervioso ubicado dentro del canal raquídeo.
Las CPH circulan en la sangre cuando se estimula su salida de la médula ósea. Estas células también se encuentran en la sangre del cordón umbilical y de la placenta del bebé recién nacido.
¿Cuál es la importancia de tener un registro con un gran número de donantes?
Las poblaciones poseen importantes variaciones genéticas, dentro de las cuales se encuentra el sistema mayor de histocompatibilidad (HLA) de gran importancia para el trasplante de CPH.
Esta característica hace difícil encontrar al donante compatible para un paciente determinado, por lo cual se requiere de registros que agrupen a miles de donantes para que la búsqueda tenga éxito.
¿Quiénes pueden ser donantes de CPH?
Toda persona de entre 18 y 55 años de edad, en buen estado de salud, con un peso mínimo de 50 kg. y en condiciones de donar sangre (comunicarse con el centro de donantes y consultar los requisitos para hacer la donación).
El donante no debe poseer antecedentes de enfermedades cardíacas, hepáticas o infectocontagiosas.
¿Qué hay que hacer para incorporarse al Registro como donante?
La persona debe reconocer por escrito que ha leído y comprendido la información suministrada; que ha podido efectuar todo tipo de preguntas y recibido las respuestas adecuadas respecto de la donación y el trasplante de CPH.
Asimismo, debe llenar un formulario de inscripción, una ficha médica y firmar el consentimiento informado por el cual autoriza a que se le efectúe una extracción de sangre para estudios de marcadores genéticos ABO-HLA y serológicos, a fin de poder incorporarse al Registro.
Su inscripción en el Registro es un acto solidario y voluntario. Tiene el propósito de facilitar los trasplantes de CPH a pacientes que no poseen donantes compatibles en su grupo familiar.
Si uno decide ser donante, ¿después puede cambiar la decisión?
Sí, todo donante voluntario de CPH puede cambiar su decisión cuando lo desee, sólo debe comunicarse con el Registro para su remoción.
¿Existe lista de espera para trasplante de CPH?
No existe lista de espera para trasplante de CPH. Cuando un paciente tiene indicación de trasplante alogénico y necesita un donante no emparentado, se realiza una búsqueda internacional. Si el resultado de la búsqueda es nulo, no hay posibilidad de trasplante y por tanto se debe recurrir a otro tipo de tratamiento médico.

Por el tipo de enfermedad, los pacientes con indicación de trasplante de CPH no pueden esperar. Existe un momento y estado clínico preciso para la realización del trasplante, transcurrido este período las posibilidades de éxito del tratamiento se reducen.

Cuántos más donantes existan, mayores son la posibilidades de los pacientes de encontrar la respuesta adecuada.
Al manifestar la voluntad de donar órganos ¿queda ya registrada la voluntad de donar CPH?
No. Son 2 trámites distintos en función de su naturaleza diversa.

El Incucai registra la voluntad personal respecto a la donación de órganos, tanto para manifestarse a favor como en oposición a la donación ante el fallecimiento. Por otra parte, lleva a cabo la inscripción de donantes voluntarios de médula ósea, que requiere la extracción de una muestra de sangre para una posible donación futura que se realiza en vida.
Una mujer embarazada ¿puede ser donante?
No puede ser donante, ni por sangre periférica ni por médula ósea. Al quedar embarazada, una mujer inscripta en el Registro debe comunicarlo y es suspendida por un año.

Puede donar la sangre del cordón umbilical, para ello deberá contactarse con el Banco de Cordón Umbilical que funciona en el Hospital Garrahan.

Las vía de contacto son para comunicarse con el organismo son (011) 4308-4300 int 1731 (Servicio de Hemoterapia) y bscu@garrahan.gov.ar . Para saber más sobre la donación de sangre de cordón umbilical, www.hospitalgarrahan.gov.ar/sangredecordon
Una persona que tuvo hepatitis A ¿puede ser donante?
Si la hepatitis A se contrajo antes de los 10 años, se puede donar sangre y por tanto inscribirse como donante de CPH. Si fue después de esa edad y tiene la constancia de que fue hepatitis A, es conveniente que antes lo consulte con el Centro de Donantes para que evaluar la situación.

No podrá ser donante ninguna persona que hallan contraído hepatitis B o C.
Una persona con problemas de tiroides ¿puede ser donante?
Lo más conveniente es que consulte en el Centro de Donantes donde desea inscribirse, dado que la aceptación depende de la dosis de medicación que se tome y el origen de la enfermedad.

Pueden donar aquellas personas que padecen hipotiroidismo por un desorden hormonal. No pueden donar aquellos que tengan problemas de tiroides de origen inmunológico.
¿Quién elige el método de extracción?
El donante es quien elige el método por el cual desea realizar la donación, que puede ser por médula ósea o por sangre periférica. Dicha decisión será acompañada por el equipo médico que tenga a cargo la extracción de las CPH.

Para la persona que recibe las CPH es indistinto, ya que son formas diferentes de extraer lo mismo, CPH.

Cabe aclarar que en el Registro Nacional los donantes convocados podrán donar una vez por cada método de extracción.
¿Cuántas veces se puede donar?
Es muy difícil que una persona resulte compatible con otra, por lo tanto donar varias veces es casi una ilusión. De todos modos, pasado el año de la donación la persona será consultada para activarse nuevamente en el Registro como donante.

Es válido aclarar que en el caso de la donación por sangre periférica el procedimiento se puede repetir, extrayendo dos veces CPH para la misma persona (5° y 6° día de aplicadas las vacunas). Dado que la cantidad de células de una persona es directamente proporcional a su peso, si el receptor es mas pesado que el donante habrá que repetir el procedimiento para completar la cantidad de células que se necesitan para el trasplante.

A través del Registro se podrá donar una vez por cada método de extracción y debe pasar un año entre cada extracción. Con ambos métodos, las células donadas se regeneran rápidamente, al mes de la extracción la persona esta en condiciones de donar nuevamente. Por lo tanto, si un familiar necesitara su donación, podrá hacerlo sin inconvenientes.

sábado, 7 de mayo de 2011


Infección Hospitalaria. El Enfermero en cuestión

El CDC, Centers for Disease Control and Prevention, Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, con sede en Atlanta, EEUU, definió a las Infecciones Hospitalarias como:

“LA INFECCIÓN HOSPITALARIA ES TODA INFECCIÓN ADQUIRIDA DURANTE LA INTERNACIÓN Y QUE NO ESTUVIESE PRESENTE E INCUBÁNDOSE AL MOMENTO DE LA ADMISIÓN DEL PACIENTE, O BIEN EN EL CASO DE UN RECIÉN NACIDO CUANDO ESTA FUESE ADQUIRIDA  DURANTE SU PASAJE A TRAVÉS DEL CANAL DE PARTO. EN EL CASO DE LAS HERIDAS QUIRÚRGICAS LA INFECCIÓN PUEDE MANIFESTARSE LUEGO DEL ALTA DEL PACIENTE, HASTA 30 DÍAS O UN AÑO DEPENDIENDO DE LA COLOCACIÓN O NO DE PRÓTESIS”

La Infección Hospitalaria, IH, es una enfermedad endemoepidémica propia de los establecimientos de salud, que afecta a pacientes y personal sanitario.
Afectan entre el 4  y 13% de los pacientes que ingresan a un centro asistencial, son consideradas enfermedades no erradicalbles pero si controlables mediante programas eficaces que posibiliten la reducción notable en si incidencia.
Esta vigilancia epidemiológica es el análisis e interpretación sistemática y oportuna de datos y su posterior difusión de resultados y recomendaciones que permiten hacer los cambios necesarios para mejorar una situación de salud.
En cualquier centro de salud pueden aparecer IH, que, al igual que las enfermedades adquiridas en la comunidad, pueden ser endémicas por causas comunes con valores esperados y epidémicas por causas especiales y que exceden los valores esperados, afectando a pacientes, trabajadores de la salud, personal voluntario, visitas, etc.
La vigilancia, la prevención y el control de IH abarcan un amplio espectro de actividades que el centro de salud coordina y lleva a cabo. Según un estudio de SENIC (Study of efficace of nosocomial infection control), un programa de control y vigilancia efectivo de las IH puede reducir hasta un 30% las ITRI (Infecciones del Tracto Respiratorio Inferior), a 35% las ISQ (Infecciones de sitio Quirúrgico), a 31% las IU (Infecciones Urinarias) y a 35% las IPS (Infecciones Primarias por Sangre).
Estos porcentajes de reducción de las IH dependen de los valores iniciales: si éstos son valores elevados, pueden conducir a disminuciones  más significativas siempre y cuando los programas sean realmente eficaces y llevados a cabo de manera estricta.
Los sistemas especiales o intensivos de vigilancia han sido desarrollados en respuesta a los programas de control específicos cuyos objetivos requieren modelos de alta calidad, oportunidad, sensibilidad y especificidad.
Nuestro país cuenta con un programa oficial del Ministerio de Salud de la Nación para la vigilancia de las IH y funciona en el marco del Programa Nacional de Epidemiología y Control de las Infecciones Hospitalarias, tiene su sede operativa en el Instituto Nacional de Epidemiología (INE) que depende a su vez de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS). El programa llamado VIHDA tiene como objetivo la reducción de los índices de morbimortalidad por IH y la optimización cualitativa de la atención médica en los hospitales argentinos.
VIHDA establece y coordina una Red Nacional de Hospitales que a partir de la información de cada una de las instituciones, obtiene indicadores inmediatos y actualizados de IH a nivel nacional con el fin de efectuar vigilancia epidemiológica en forma continua.
La prevención y control de IH son dos de las metas para mejorar la calidad y seguridad del paciente. Teniendo en cuenta este objetivo, (según José M. Pagani, “La calidad y la eficiencia hospitalaria” – Boletín OPS/Serie SILOS 30, 1993:101), se acepta que el desarrollo de la Gestión Integral para la Calidad (GIC), sea la estrategia válida a aplicar en los establecimientos de salud.
La GIC es un concepto moderno, dice Paganini, que surge como una necesidad imperiosa ante la realidad sanitaria nacional y mundial, se crea para desarrollar un proceso permanente hacia la calidad y eficacia en la atención de salud.

Si bien y como ya se dijo anteriormente, el problema de las IH es un problema controlable pero no erradicadle de los centros de salud, es cierto que los programas existentes son eficaces y la tendencia es la disminución en los índices de morbimortalidad por IH, y que se trata del esfuerzo conjunto del personal de cada una de las instituciones, también es cierto que hay una figura clave en el proceso: el enfermero.
Si bien se acepta que entre el 4 al 13% de los pacientes adquirirán una infección que no poseían ni incubaban al momento de  ser admitidos en el hospital, también es cierto que  las IH es la causa de morbimortalidad inesperada e incremento de costos y que puede generar acciones legales. Un programa de control de infecciones implica necesariamente vigilancia no sólo para definir prácticas de alto riesgo, calcular tasas y detectar brotes epidémicos sino fundamentalmente para obtener datos que permitan identificar sectores en los que se debe intervenir, como por ejemplo, unidades de cuidados intensivos, unidades coronarias, unidades de neonatología, quirófanos, etc.
Esta vigilancia supone la capacidad de recopilar y analizar datos y difundirlos en forma oportuna a personas capaces de emprender  actividades eficaces de prevención y control.
La población de pacientes internados es heterogénea y el riesgo de desarrollar una infección durante la estadía en un hospital está relacionado directamente con los procedimientos que se le realicen, con el tiempo de esa estadía y con la susceptibilidad del huésped. Los datos recolectados en la vigilancia permiten concentrar lso esfuerzos en la prevención de las enfermedades, el control de lso factores de riesgo y las conductas para, de este modo, modificar tendencias (Ricardo Durlach, “El epidemiólogo hospitalario”, 2006)
El valor del trabajo del ECI (Enfermero en Control de Infecciones) consistente y validado no puede ser minimizado y mucho menos desestimado ya que se trata de LA BASE QUE SUSTENTA LA OPTIMIZACIÓN DE LA CALIDAD ASISTENCIAL.
El ECI juega un papel importante en la comunicación diaria entre el equipo de control de infecciones y los médicos de planta de los distintos servicios, Él y el médico a cargo del control de infecciones son responsables de las acciones relacionadas con la prevención, la vigilancia, la actividad policial y de capacitación del personal en control de las infecciones dentro del hospital.
El trabajo del ECI puede estar orientado al control de lso procesos o al de los resultados: el control de lso procesos o al de los resultados. El control de los procesos está orientado  y relacionado con aquellas intervenciones necesarias para cambiar esos resultados: por ejemplo, la identificación y el análisis de las infecciones, la observación de la modalidad de la práctica, la capacitación del personal, las modificaciones ambientales que favorecen el condicionamiento de los reservorios de los microorganismos comúnmente relacionados a las IH, las modalidades de aislamiento de pacientes, la transmisión horizontal de microorganismos, la aplicación y consumo de antisépticos, la inmunización del personal, entre otros,
El ECI, el médico epidemiólogo y el microbiólogo conforman el núcleo del equipo que lleva a cabo el programa de vigilancia y control de infecciones en el ámbito hospitalario. No obstante, el grupo de trabajo se extiende hacia otras áreas ya que se trata de una tarea multidisciplinaria. El orden de mando responde directamente al departamento de enfermería y al director del hospital que tiene a su cargo la coordinación de la red de información y capacitación del personal de salud, participe o no directamente en el control de infecciones, es decir, que incluye en la capacitación en forma continua y permanente a todo el cuerpo de enfermeros de la institución, formando parte de esa capacitación la concientización en cada uno de ellos, ya que es el enfermero la figura que está en permanente contacto con el paciente durante la estadía del mismo, y que en primera instancia depende del enfermero de sala, de quirófano, etc., el control primario de la prevención de la infección en lo que él depende, como hábitos de higiene en sus prácticas a diario como el simple lavado de manos, cuestión hoy en la que tanto se hace incapié.

Las IH son controlables, sin lugar a dudas, pero ese control depende de la eficacia del equipo en control, depende de las autoridades del Ministerio de Salud de la Nación, depende de las partidas presupuestarias a cada una de las unidades de salud del país, depende del mantenimiento edilicio e infraestructura, etc., etc., pero fundamentalmente de la profesionalidad del enfermero de todos los días, aquel profesional que tiene a su cargo el cuidado permanente de cierta cantidad de plazas, ese profesional que es el ENFERMERO.